El cryptojacking es una importante amenaza a incluir dentro de la lista de amenazas móviles.
Se trata de un tipo de ataque en el que un tercero utiliza un dispositivo para coger criptomonedas sin que su propietario sea consciente de ello. El proceso de criptominería beneficia a un tercero utilizando los sistemas de la empresa. Los dispositivos afectados por este tipo de ataques sufrirán una menor duración de batería e incluso pueden dañarse por un sobrecalentamiento de los componentes.
El criptojacking tuvo su origen en los ordenadores pero con el tiempo se ha producido un importante aumento en los dispositivos móviles.
De momento, no existe una solución para evitar estos ataques. Únicamente debemos elegir los dispositivos cuidadosamente y cumplir con una política de seguridad en la que se indique que los usuarios solo puedan descargar aplicaciones desde la tienda oficial de la plataforma.